
Un juez federal decidió este lunes mantener en prisión preventiva a Alexander Alazo, acusado por el ataque armado a la Embajada de Cuba en Washington la pasada semana.
Durante una audiencia efectuada en el tribunal federal del Distrito de Washington, el juez Michael Harvey validó la solicitud de los fiscales del gobierno estadounidense para mantener a Alazo en custodia, y fijó una sesión preliminar para valorar la opción de libertad bajo fianza, el próximo 14 de mayo, a las 10 a.m.
La fiscalía argumentó que “no existen las condiciones para preservar razonablemente la seguridad de otras personas y de la comunidad” y un riesgo de fuga en caso de liberar a Alazo, arrestado desde la madrugada del 30 de abril por perpetrar el ataque con un fusil AK-47 contra la sede diplomática cubana.
El juez también negó la petición de la fiscalía para realizar una evaluación sicológica del detenido, al menos en esta etapa del proceso.
Alazo está representado por el abogado Tony Miles, defensor público. Miles no respondió un mensaje de CiberCuba para comentar sobre la situación de su cliente.
Previamente a la audiencia, la fiscalía presentó una moción de apoyo a la prisión preventiva en la que se revelan múltiples detalles de la acción cometida por Alazo, con 12 fotografías vinculadas al ataque frente a la sede diplomática.
Alazo había recibido tratamiento siquiátrico en meses recientes y tenía un comportamiento sicótico, asegurando que era perseguido por la Seguridad del Estado y organizaciones criminales del gobierno cubano.
El documento, de 18 páginas, incluye imágenes de Alazo envuelto en una bandera estadounidense tras los disparos, el fusil colocado ante la puerta de la embajada, y la bandera cubana que trató infructuosamente quemar antes de iniciar la agresión, que provocó visibles daños en la estructura del edificios.
Sobre la bandera cubana aparece escrito “Stop lying to people. Respect” (Paren de mentir al pueblo. Respeto) y una mención a la campaña de reelección del presidente Donald Trump: “Trump 2020. USA Land and family” (Estados Unidos Tierra y familia).
El detenido reconoció que los letreros sobre la bandera cubana fueron escritos por él antes de decidirse a iniciar la balacera y prenderle candela a la insignia.
La fiscalía acusa a Alazo por atacar con violencia a funcionarios e instalaciones extranjeras, dañar intencionalmente la propiedad de un gobierno extranjero y usar indebidamente un arma no registrada.
Alazo llegó frente a la embajada el jueves alrededor de las 2:10 a.m. y empezó a gritar para que salieran funcionarios cubanos a dispararle.
“¡Dispárame si quieres dispararme! Yo estoy. Soy yanqui”, refleja el documento de la acusación penal.
Nadie salió del edificio y entonces realizó unos 30 disparos sin apuntar a nada en particular, llamando enemigos a los funcionario que presumía estaban dentro de la embajada.
En declaraciones incluidas en la moción fiscal, Alazo afirma que si el embajador cubano José Ramón Cabañas hubiera salido del edificio le habría disparado porque es su “enemigo”.
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